Denise Larrieux: uniendo lazos.



El ciber espacio tiene el don de unir lo que la geografía separa. Viajando a través de los diferentes medios electrónicos la gente y el arte se encuentra sin la necesidad de tener que tomar aviones.

Cuatro años atrás desde una bitácora llamada “.(y punto)” Denise Larrieux desde Montevideo, Uruguay escribía bajo el seudónimo de Topita Voladora las vicisitudes de una diseñadora en el arte del punto y la bijou.

De este modos las creaciones de una joven viviendo a millas de distancia de California llegaron a dar la vuelta no solo de América sino del mundo.

“Desde pequeña -cuenta Denise- mi mamá, me enseñó a tejer en dos agujas. A mis catorce años tejía mis primeros abrigos. Durante un tiempo sustituí mi amor por el tejido dedicándome al teatro. Pero en el año 2002 viviendo en España abrí una pequeña tienda de tejidos, bijou y complementos.”

“Empecé a intentar diseños originales y aprendí a trabajar en crochet mirando revistas y en el clásico ensayo-error. Al principio no tenía idea de cómo leer los diagramas y solo podía fabricar tejidos rectos como bufandas. Explorando logré encontrar lo que buscaba”.


En el término de su vida como emigrante en Europa, regresando a su país de origen, Denise hace del tejido y de la venta de bijou su fuente principal de ingreso:
“El tejido en crochet me fue atrapando y aunque en parte me sentía dividida por usar dos aspecto diferentes de la artesanía tan disímiles como era el tejido y la joyería, me fui dando cuenta que la innovación y la creación eran la misma cosa en los dos”.

Amatistas, cuarzos, cristales, cuentas son algunos de los materiales usados en su joyería artesanal. La línea a seguir depende de su intuición, de su olfato artístico más que de una técnica estructurada:
“Siempre intento sumar nuevas ideas a mis diseños. Estar abierta a los cambios. Me inspira pensar en lo que me gustaría usar, en lo que quisiera para mi y que no encuentro en el mercado”.

Respecto al tejido, Denise ha encontrado en el crochet un mundo de posibilidades: “En crochet tejo más rápido y logro más volumen en mis prendas. No me limito a tejer ropa sino también puedo tejer juguetes”.

A través de su blog, en marzo del 2008 establece contacto con un grupo de mujeres: “Comencé a reunirme con ellas a tejer y nos convertimos en un grupo de amigas increíble. Compartimos charlas, comidas, patrones de tejido, técnicas. Nos ayudamos si estamos en momentos difíciles pero también tejemos desde el corazón para quienes lo necesitan”.

Entre quince y dieciocho mujeres se reúnen cada semana no solo a tejer sino a unir lazos emocionales con ellas mismas, sus familiares y el resto del mundo donando las prendas tejidas a instituciones, hospitales, hogares comunitarios donde la población sin hogar se refugia.

Uno de los retos que han tenido que vencer es la adquisición de materiales:
“Es increíble que en un país donde las ovejas son fuente de ingreso para la nación, la lana sea tan cara. Al principio nosotras mismas comprábamos la lana. Luego la demanda y los gastos se hicieron mayores así que comenzamos a pedir mediante los blogs donaciones de ovillos.”

“El año pasado –continúa Denise- recibimos donaciones de una fundación y logramos entregar 800 prendas en total para hospitales de niños y el hogar de ancianos Piñeyro del Campo. Hicimos una jornada pública convocando a la gente a tejer en una plaza céntrica de Montevideo. Fue una experiencia comunitaria hermosa y logramos nuestro cometido, unir lazos.”


Para contactarse con Denise:
http://www.topita-voladora.blogspot.com/
(Publicado en: Padrisimo Magazine)

 


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo un arte, qué bonito su trabajo! y qué lindo lo informas. Me encantaría un elefantito para mi Karen.

Victoria's Home dijo...

Gracia Mayra por tu comentario. Pronto tendremos el trabajo de otra gran artista pero de México.

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