Un camino por recorrer y una lucha que vale la pena.



La lucha contra el cáncer de mamas. 
(parte I) 


Tenía diez años cuando escuché por primera vez la palabra y a esa edad no podía entender muy bien el significado de la misma. Sin embargo por el tono de voz y las facciones de mi padre pude deducir nada bueno traía consigo.

Nuestra vecina había sido diagnosticada con cáncer y la conmoción se instaló de golpe en el vecindario. Nadie sabía mucho del tema pero estaba claro que su diagnóstico, era como una crónica de muerte anunciada. Todos teníamos miedo.

El cáncer es un visitante silencioso, llega, se instala y cuando anuncia su presencia a veces suele ser demasiado tarde. Sin embargo hay maneras de detectarlo a tiempo y hay maneras de vivir con él.


Testimonio de vida.

Mónica Navarro, cantante de tango argentina, siempre fue una mujer que por su profesión aprendió a escuchar las señales del cuerpo. Una mujer responsable de su salud. A sus 39 años, en marzo del 2008, comenzó a sentir un dolor extraño en su seno izquierdo por lo cual consultó a su médico y éste ordenó una mamografía. El resultado reveló cáncer de mamas en el seno derecho.

“Recuerdo-dice Mónica- que le insistía al médico cómo era posible estuviera afectado mi seno derecho cuando a mí ¡me dolía el izquierdo! Y el médico aseguraba que precisamente el cáncer no duele. Si no hubiese ido por ese control el cáncer hubiese avanzado”.

En marzo Mónica es operada parcialmente de su seno derecho. Luego comienza su tratamiento en quimio y radio terapia: “Sentí que se me terminaba la vida. Tenía una gira nacional y creí no poder volver al escenario pero mi pánico fue más terrible que el hecho en sí”.

En ese momento en Uruguay se entregaban los premios Grafitis –un evento de mucha importancia en el ámbito artístico rioplatense- Mónica era una de las nominadas: 

“Me encontraba en medio del tratamiento cuando me avisaron de la nominación. Creí no poder hacerlo, había perdido mi pelo, me sentía débil y uno de esos días en el hospital me cuentan la historia de una paciente que luego de su quimioterapia se iba a trabajar. Entonces sentí que yo era una desagradecida si pensaba que no podría subir al escenario. Cantar era mi pasión, cantar podría curarme. Así que fui a la ceremonia y gané mi premio”.

La parte emocional de Mónica se vió contenida gracias al apoyo familiar: “Tengo una hermosa hija de ocho años, para ella era horrible verme mal pero mi familia pudo sostenerla y eso me dio fuerzas. Cuando terminé mi última quimio, lloré mucho yo estaba esperando ese día, 4 de julio del 2008. Y como soy una mujer inquieta al terminar salí de gira por todo el país”.

“La quimioterapia-continúa Mónica- es un estado del alma muy extraño que sólo quien lo transitó puede entenderlo. Pero yo les aseguro a todas que la vida continúa. Si alguien lee mis palabras y está pasando por esa experiencia, le digo que aunque parece ser que la vida se desdibuja se va a recuperar a sí misma”.

En el mes de enero de éste año Mónica descubre en el pezón de su seno operado una cascarita, inmediatamente se realizó una mamografía la cual salió normal. A pesar de esto los médicos realizaron una galactografía, un examen más profundo donde se agrandan los conductos y se inyecta un líquido de contraste para obtener radiografías. El resultado fue nuevamente cáncer.

Días antes de ésta charla Mónica fue operada por segunda vez: “Me quitaron el seno derecho hace cuatro días, al otro día de la operación ya estaba en mi casa. Con lo cual confirmo por segunda vez que es más terrible cuando uno lo piensa que cuando atraviesa el momento. No voy a decirte que estoy contentísima por haber perdido un seno, pero cuando se tienen ganas de vivir, vivir con un seno solo ¡es lo de menos!”.

Normalmente si una mujer no tiene antecedentes las mamografías se realizan pasado los 40 años, por eso es importante el autoexamen de senos. Mónica tenía 39 años cuando gracias a su autoexamen detectó que algo no funcionaba bien en su cuerpo.

“El cáncer de mamas no respeta edad- explica Mónica- yo asisto a un grupo de apoyo emocional donde hay chicas que fueron diagnosticadas a sus 22 años. En el grupo tenemos acceso a información actualizada y hemos visto un aumento en las chicas jóvenes, sobre todo en la clase media.”


(continuará...)

2 comentarios:

Belkis Carolina Marcano dijo...

Victoria, esta historia de gente como tu, yo o cualquiera me deja pensando y definitivamente cuando nos enfrentamos a nuestros miedos y nos conectamos con nuestro Poder, entonces aprendemos a tener valor...como el de Monica. Muy bien.

Victoria's Home dijo...

Belkis, el trabajo fue muy gratificante porque aprendí y sentí que valía la pena dejar mi granito de arena al mundo escribiendo un pedacito de la historia de lucha de estas grandes mujeres. Es importante compartirlo con los demás.

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