Cruzó la ciudad,
llegó hasta mi barrio
entró por la puerta de mi casa
se tumbó en mi cama
cerró sus ojos y
pidió descansar.
Entonces yo,
que soy charlatana,
mientras mis dedos
recorrían sus vértices
le conté sobre las torres
de la catedral de mi pueblo.
Fue entonces cuando entendí,
que la historia y la astronomía
eran primas hermanas
de la anatomía.
4 comentarios:
Felicitaciones por tus letras, encantada de volver a verte/leerte. Y por sobre todo encantada de leerte tan diferente.
A great hug!
Gracias Bettina. Me da gusto leerte por aquí. Estamos en el camino. Un abrazo.
Me gustan las cosas que en tan poco dicen mucho...este es un claro ejemplo.
Ale, de acuerdo a tu comentario veo que cumplí mi objetivo. Gracias por tu comentario.
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